Hace unos días, Photonics Media compartió un interesante artículo sobre las técnicas de micromanipulación, incluidas las que se basan en la optofluídica, muy extendidas en las ciencias de la vida, la ciencia de materiales y la física coloidal. Estas técnicas permiten, por ejemplo, el ensamblaje de nanoestructuras y el atrapamiento de partículas, así como el análisis espaciotemporal de la organización celular. La introducción de flujos termoviscosos inducidos ópticamente, conocida y comercializada como flujo citoplasmático inducido por luz focalizada (FLUCS), puede utilizarse para mover ópticamente el citoplasma en células y embriones en desarrollo, y puede emplearse en reología intracelular.
El FLUCS se induce mediante el barrido con láser infrarrojo medio de un punto de temperatura a través de una muestra. Una de las principales ventajas del FLUCS es su capacidad para generar flujos direccionales con una invasividad muy reducida. Sin embargo, el barrido láser localizado puede infligir perturbaciones de temperatura de varios Kelvins en una muestra. Esta modulación podría afectar a sistemas muy sensibles al calor -como las células de mamíferos termosensibles- y provocar respuestas biológicas no deseadas.
Científicos del Instituto de Tecnología de Karlsruhe (KIT) dirigidos por Moritz Kreysing han desarrollado secuencias de barrido casi isotérmicas que aprovechan las relaciones de simetría durante el barrido láser para disociar el calentamiento por láser y la inducción de flujo. Las secuencias de exploración de flujo neutro de los investigadores utilizan estímulos fototérmicos dinámicos y relaciones de simetría espaciotemporal de exploración que abarcan hasta tres escalas temporales distintas.
Descubre todos los detalles en el artículo de Photonics Media.