Según informa The Irish Times, el University College Cork (UCC)  ha desarrollado una tecnología que podría «reducir significativamente» las crisis de las personas con epilepsia resistente a los fármacos, según afirman los investigadores.

El Tyndall National Institute, centro de investigación de alta tecnología con sede en la UCC, anunció el lunes un gran avance en el desarrollo de un nuevo tipo de neuroestimulador, un dispositivo similar a un marcapasos que puede implantarse en el cerebro.

Fabricado normalmente con alambres metálicos, el dispositivo estimula el nervio vago para reducir o detener los ataques epilépticos.

Sin embargo, el dispositivo desarrollado en Cork no lleva metal, ya que sustituye los cables conductores por fibras ópticas no conductoras de electricidad, lo que significa que la tecnología es apta para su uso en máquinas de resonancia magnética, permitiendo una estimulación más precisa del nervio sin los «efectos adversos» asociados a los cables metálicos, explicó Tyndall.

Brian Corbett, investigador del IPIC (SFI Centre for Photonics), explica: «La ciencia que sustenta esta tecnología es un ‘cable de alimentación’ óptico que utiliza un eficaz subsistema de células fotovoltaicas miniaturizadas que permite transmitir luz desde un neuroestimulador incrustado en el cuerpo hasta un electrodo, el cual convierte la luz en electricidad que luego alimenta el electrodo. Así se sustituyen los cables metálicos y el sistema es compatible con la resonancia magnética».

Fruto de la colaboración entre la empresa belga Synergia Medical e IPIC para el estudio de la fotónica albergado en Tyndall-, la tecnología podría «allanar el camino» para el uso de la alimentación óptica en el tratamiento de otras afecciones como la depresión, la ansiedad, la enfermedad de Parkinson y el Alzheimer, según los investigadores.

Descubre todos los detalles en el artículo de The Irish Times.